Una manera Farmidable de apostar por el consumo responsable
Son muchas cosas las que nos llamaron la atención del proyecto Farmidable. Y muy curioso el proceso emocional por el que nos ha llevado esta marca.
Lo primero, sin duda (y como no podía ser de otra manera viniendo de dónde venimos) fue su nombre. El naming Farmidable lo dice todo. No hay mucho que explicar y de ahí surge el primer flechazo.
A partir del branding y las ideas bien concebidas, llegan las mariposas en la barriga. Esas que producen emoción a medida que vas conociendo detalles.
- Ya no solo porque se trata de una manera de adquirir productos de proximidad generando impacto positivo.
- Ni porque se trate la primera plataforma de distribución de producto local y de proximidad que obtiene la certificación B Corp en España.
- Tampoco porque esa misma comunidad los hayan nombrado “Best For The World 2019”
Es la sencillez de un planteamiento de negocio honesto y comprometido lo que nos robó el corazón.
Farmidable es una plataforma que conecta a consumidores con productores locales a través de Comunidades Naturales de Consumo. Desde su página web o directamente desde su aplicación, facilitan el acceso a productos frescos, locales y de temporada, directamente del productor. Todo gracias a un desarrollo de negocio sostenible y responsable con el medio ambiente.
Farmidable facilita eso que todos tenemos en mente pero que aún puede que nos cueste integrar: y es el consumir de manera responsable
En otras palabras, Farmidable selecciona y reúne un amplio surtido de productos km0 de productores locales y los presenta en una amplia y atractiva oferta de temporada. Como ellos dicen en su manifiesto “la naranja es de invierno y el tomate de verano”.
Y el compromiso de sostenibilidad y responsabilidad se extrapola al servicio de entrega.
Esta segunda parte es incluso aún más interesante, ya que los pedidos los sirven directamente en casa (a través de medios de transporte sostenibles no contaminantes. Según las zonas, los envíos se realizan en furgonetas ECO, bicicletas y hasta a pie).
O son distribuidos en diferentes puntos de conveniencia, bautizados como #Farmihubs.
Los #Farmihubs son lugares cotidianos de tránsito del día a día: colegios, empresas…que se han inscrito como centros receptores de pedidos. Y añaden el valor de la versatilidad.
“Tan cómodo como aprovechar que vas al cole a recoger a tus hijos, que has ido a entrenar al gimnasio o que estás en la oficina, para llevarte tu compra”
Lo dicho. Sencillo.
Y a la vez, seguro, que lleno de desafíos e historias dignas de contar.
Contactamos con Pablo Stürzer, cofundador de Farmidable junto a Alberto Palacios y le preguntamos:
Simple culinaria | ¿Cómo surge Farmidable? ¿Cuál es vuestra historia?
Farmidable es el resultado de nuestra trayectoria vital y profesional. Ya desde hacía muchos años, nuestra vocación por hacer las cosas de otra manera, nos llevó a Alberto y a mí, cuando nos conocimos, a crear una agencia digital en 2004. Trabajar con la industria alimentaria y ver la evolución que en esta última década se ha producido en nuestros hábitos alimentarios, no hizo si no, más que potenciar una preocupación personal por una producción y consumo sostenibles y responsables, y por ende lanzarnos a buscar soluciones.
Somos una startup pequeñita en la que Yolanda, nuestra responsable de consumidores felices, se encarga de coordinar día a día las operaciones, el picking/packing de productos que realizan Aurora y Teresa con mimo, y la distribución “multidelivery” a nuestros Farmihubs y domicilios, que realiza Miguel con nuestra FarmiVan ECO. A la par, Carmen, responsable de productores sostenibles, asegura que a los consumidores nos lleguen los mejores productos, y Ximena, desde comunicación, asegura que contamos todo lo que hay que contar.
Simple culinaria | De alguna manera, romper con el paradigma de consumo e integrar nuevos hábitos más saludables y sostenibles es arriesgado. Por otro lado, se ha convertido en una necesidad apremiante ¿Con qué retos os habéis encontrado?
Totalmente, pero más que arriesgado, es complejo, una labor que requiere de perseverancia, convencimiento y paciencia. El principal reto global es el cambio de prioridades que nuestra forma actual de vida ha producido, haciendo que le demos menos importancia a la calidad del tomate de nuestra nevera, que a nuestro móvil o coche. Además, el sistema global de distribución alimentaria está muy desequilibrado ¿tiene sentido que un kiwi de Nueva Zelanda en Madrid sea más barato que uno producido en Asturias o Extremadura?
Pero efectivamente es una necesidad apremiante, por el impacto no solo medioambiental y social que todo lo anterior implica, sino también en nuestra salud: sabemos y está demostrado que la excesiva presencia de comida procesada y el uso de pesticidas y químicos en la producción, está en la raíz de enfermedades crónicas de nuestro tiempo.
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Una manera Farmidable de entender la sostenibilidad.
Simple culinaria | En una entrevista, para hablar sobre el apoyo que hacéis a los productores locales, lo definiste de una manera muy interesante: “…fomentamos su desarrollo de una manera “sostenida”, es decir, que ellos deciden en todo momento cuanto más quieren crecer, cuanto más quieren producir…”
¿Qué requisitos debe tener un productor para formar parte de este ecosistema?
Debe ser un productor ético y sostenible. Todos nuestros productores son coherentes en sus prácticas, con valores de respeto a las personas, a los animales y al medio ambiente (no uso de químicos, pesticidas o aceleradores en la producción, crianza ética en bienestar de los animales, prácticas de crianza y cultiva extensivas y no intensivas, …), y que esta coherencia se traslade a sus criterios de gobernanza, y a cómo tratan y se relacionan con sus empleados, colaboradores y demás actores.
Simple culinaria |¿Y qué perfil tiene el cliente Farmidable?
En líneas generales se trata de una persona que, como ejemplificamos gráficamente, busca recuperar el sabor del tomate, busca un producto de calidad, con todas sus propiedades organolépticas, y bueno para su salud. También, se trata de un consumidor consciente, que entiende el impacto que supone consumir un producto u otro, y busca fomentar un consumo más sostenible, de proximidad, local, de temporada, … cada vez hay más consumidores conscientes.
Simple culinaria | Así se crea una comunidad. ¿Cómo defines el concepto #Farmihub?
Los Farmihubs son espacios de conveniencia para recoger las compras que nuestros consumidores realizan a través de nuestro “súper online” y se trata de organizaciones concienciadas con nuestra misión. Los colegios son los Farmihubs más relevantes de nuestro modelo de impacto, ya que es allí donde los niños aprenden las implicaciones de una producción sostenible y un consumo responsable.
Pero también las empresas y otros espacios donde las personas nos reunimos de forma natural, forman parte de nuestra creciente red de Farmihubs. Todas las organizaciones pueden ser agentes de cambio.
Simple culinaria | Hablemos de futuro. Si estamos en economía del propósito ¿hacia dónde vamos?
Vamos hacia un escenario de cambio de paradigma: todas las organizaciones deben abandonar el criterio de rentabilidad financiera como único indicador de éxito o rendimiento, y recuperar algo que está en el ADN de toda empresa, el objeto social, integrando de forma natural la medición de su impacto social y medioambiental, más allá de una simple labor de responsabilidad social corporativa.
La economía del propósito implica un ecosistema empresarial y económico en donde existe un equilibrio entre la producción de riqueza y el impacto de dicha producción en nuestro entorno.
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Y compartimos este video para terminar y conocerlos aún más de cerca: